martes, 4 de septiembre de 2012

“Dios salvó mi matrimonio”



Juan Quispe y Elsa Ducos son una pareja de esposos que supieron capear la dificultades que se le presentaron, por su puesto gracias al respaldo divino.

Él llegó desde su natal Cajamarca hasta Lima para empezar a estudiar una carrera profesional, pero paralelamente trabajaba en un restaurante de prestigio en el que se desempeñó como barman. No obstante, esta actividad fue el paso inicial para que el alcoholismo lo atrape. Pero vivía una doble vida, por eso logró convencer a Elsa de formar un hogar. Ambos se casaron, pero su relación no fue nada fácil, trago tras trago la felicidad se consumía.

Sin embargo, la familia de Juan es cristiana. Tanto Progenitores como hermanos nunca dejaron de pedirle a Dios para que el “hijo pródigo” retorne a las vías de Jesucristo.

Planes divinos

Los planes celestiales empezaron a tener efecto, su esposa llegó a un templo cristiano justo antes de dar por culminado el matrimonio. Su hermano ya había sido transformado por Dios y ella encontró sanidad física y espiritual tras rendirse a los pies del Mesías.

La conversión de Juan fue un proceso largo, pero la mano de Dios actuó y su poder se manifestó. Tras una larga lucha el dejó todo el pecado atrás, comenzando una vida nueva junto a su conyugue y tres hijos.

Ahora, tras algunas décadas pueden decir que son una familia que ama a Jehová sobre todas las cosas.

Fuente: Movimiento Misionero Mundial

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